
Sant Jordi: Cuando una Historia se Regala en Silencio
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Hay días que huelen a libro nuevo y a rosa recién cortada. Días en los que las palabras se regalan, los abrazos se alargan, y los detalles se llenan de intención. Sant Jordi es uno de esos días.
Más allá de la tradición de regalar una flor o un libro, hay un gesto que permanece: hacer sentir a alguien especial. No importa si se trata de tu pareja, de una amistad que te sostiene o de ti misma. Lo importante es encontrar la forma de decir: “Estoy aquí. Y te valoro.”
Un día para regalar palabras, aunque no estén escritas
A veces no hacen falta novelas. Basta una frase. Una mirada. Un símbolo.
Sant Jordi nos invita a mirar a los otros con ternura y a elegir con cuidado aquello que queremos compartir.
Puede ser una rosa.
Un poema.
Un café improvisado.
Un objeto pequeño pero lleno de significado.
O incluso nada, y solo estar.
Cada uno tiene su historia
Y en este día, cada quien la cuenta a su manera.
- Hay quien escribe un “te quiero” entre las páginas de un libro.
- Hay quien lo dibuja con pétalos.
- Y hay quien lo guarda en algo discreto, pero constante. Como una pulsera, un colgante, un detalle que acompaña, sin hacer ruido.
Porque a veces, los regalos no se entregan. Se comparten. Se habitan. Se recuerdan.
💛 Sant Jordi también puede ser para ti
No hace falta que te lo digan desde fuera.
A veces, lo más bonito es regalarte algo que te recuerde quién eres.
Algo que no necesite validación ni permiso.
Un gesto simbólico. Una pausa. Una flor para ti.
Este Sant Jordi…
Que no te falte una historia que te toque.
Ni una rosa que te inspire.
Ni una excusa para regalar(te) un momento de belleza.
Aunque sea en forma de paseo, de conversación, de silencio compartido.
Aunque no tenga lazos ni envoltorio.
Porque hay días que no necesitan grandes planes para quedarse contigo.
Solo un poco de alma.